Si en alguna ocasión te has preguntado cómo limpiar el suelo de terrazo, tenemos que decirte que siguiendo unas determinadas pautas puede ser mucho más sencillo de lo que puede parecer en un primer momento.
Unas pautas que te vamos a ofrecer a continuación para que no solo queden totalmente limpios sino para que, al mismo tiempo, puedas mantenerlos en perfectas condiciones durante mucho más tiempo.
Pautas a seguir para saber cómo limpiar un suelo de terrazo
Antes de comenzar a limpiar un suelo de terrazo es conveniente despejar toda la zona a limpiar. Esto hará que todo el proceso se lleve a cabo de un modo mucho más cómodo y, por lo tanto, más eficiente. Dicho esto vamos a dar una relación de utensilios que tendremos que tener a mano para proceder a la limpieza del mismo.
- Aspiradora de potencia media-alta
- Un cepillo de barrer y un recogedor
- Un jabón con un pH neutro
- Una fregona de cerdas blandas
- Un trapo
Elimina la suciedad superficial con la aspiradora
El primer paso que tenemos que dar, y fundamental para todo el proceso, es el de la eliminación de toda la suciedad superficial mediante la aspiradora. Esto es especialmente importante para aquella suciedad que se acumula en las juntas de las distintas baldosas ya que son las que pueden impedir que el resultado sea el esperado.
Procederemos al fregado del suelo
Una vez que nos hemos asegurado que todo el suelo está libre de cualquier resto de suciedad, es el momento de proceder a su fregado. Un fregado que es muy sencillo si seguimos estos pasos que os vamos a dar.
- Hay que llenar un cubo de agua, preferiblemente templada pero sin que llegue a estar caliente.
- Al agua se le incorporará un poco de jabón líquido de pH neutro. La cantidad de jabón dependerá de las indicaciones del fabricante. Es importante seguirlas ya que cada marca tiene una cierta concentración de jabón distinta.
- Humedeceremos la fregona y con ella bien escurrida pasaremos a fregarlo. Eso sí, este fregado se llevará a cabo suavemente para evitar dañarlo.
La importancia de un buen secado
Para terminar tenemos que proceder a secarlo completamente. Para ello podemos utilizar el trapo que ya hemos recomendado o, en su defecto, una mopa. Sea como fuere, en cualquier de los dos casos, el trapo o la mopa deben estar perfectamente limpios. De lo contrario no haríamos otra cosa que volver hacia atrás en el proceso.
Antes de terminar, no queremos perder la ocasión de ofrecerte un consejo para que el suelo quede brillante además de limpio. Es sencillo. En el caso de que el jabón que hayas elegido no incorpore un abrillantador, basta con que al gua y al jabón le añadas un poco de amoniaco.
Esta solución es ideal para que el suelo quede como el primer día. Todo este proceso descrito en estas líneas debe repetirse cada cierto tiempo. El objetivo es que no se acumule la suciedad en el mismo y pierda sus propiedades.